Aunque se ha hecho de rogar, el invierno llega al campo de golf, las temperaturas van bajando y afectan al recorrido. El mantenimiento y el comportamiento de los jugadores durante los próximos meses hasta primavera influirán en el estado del campo cuando mejore el tiempo. ¿Sabes que puedes ayudar?
Heladas
Cuando hiela, baja la temperatura tanto como para que las células de las hojas se congelen. Pisar esas hojas provoca que se rompan y se sequen, dejando marcas en el campo y afectando al estado del recorrido. Si, en lugar de salir a jugar, esperas a que deshiele, estás colaborando a mantener el campo en buen estado y que en primavera tenga un mejor aspecto.
Te lo explicamos con imágenes o en vídeo ?
Piques y chuletas
Con bajas temperaturas, a la planta le cuesta más tiempo recuperarse de los daños así que es imprescindible ayudarla arreglando piques y chuletas. Deterioros leves que en primavera podrían desaparecer en pocos días, en invierno pueden alargarse durante meses, empeorando el estado del campo y obligando a invertir más recursos en su recuperación. El esfuerzo mínimo que supone agacharse a arreglar un pique o reparar una chuleta se traduce en un campo más bonito y con mejor jugabilidad, ahora y en verano.